De gratis por Toledo

La ciudad de las tres culturas (árabe, judía y cristiana, con permiso de la visigoda, de la que apenas quedan vestigios) ofrece un buen número de atractivos sin tirar de cartera. Su mero transitar por sus intrincadas calles ya es un regalo para los sentidos que no cuesta dinero, pero también hay un buen número de monumentos, de gran valor histórico-cultural, que se pueden ver de modo gratuito. La Catedral abre sus puertas de manera gratuita los domingos por la tarde, lo que permite la contemplación de una de las construcciones góticas más hermosas de España. Sin tanta limitación temporal, la entrada al Museo de Santa Cruz es libre todos los días, lo que permite contemplar su encantador patio, o la escalera de Berruguete. A partir del 9 de septiembre, además, acoge la exposición 'El Greco: arte y oficio', para la que sí que hay que pagar entrada: 10 euros.

El domingo es un buen día para venir a visitarnos -y qué mejor idea que quedarse ya la noche anterior con nosotros en  uno de los mejores hoteles en el centro de Toledo-, pues también abre sus puertas sin cobrar entrada el Museo de Ejército, fundamental para conocer, entre otros capítulos, el enfrentamiento entre republicanos y franquistas en el Alcázar, edificio donde se levanta este museo. Sucedió durante el comienzo de la guerra civil española, que acabó con la victoria de los sublevados, que aguantaron los 70 días de asedio del ejército rojo, y el Museo del Ejército ofrece numerosos documentos que reproducen la batalla. Determinados días festivos, como el 12 de octubre, tampoco se cobra entrada. El Archivo Municipal es otra de las opciones para los viajeros con bolsillos más prietos. Su acceso es libre todos los días de 9 a 14 horas, y permite la consulta de documentos históricos, como el fondo fotográfico creado por Casiano Alguacil, a finales del siglo XIX. El Museo Sefardí, inserto en la Sinagoga del Tránsito, es gratuito los sábados a partir de las 14 horas, hasta el cierre, y también los domingos. Supone una buena oportunidad para conocer el Toledo judío, y cómo era la vida de aquellos habitantes que vivían no ya en España, sino en Sefarad, afincados en la multicultural Toledo.