5 monumentos imprescindibles en Toledo

1. Catedral de Toledo

Es el monumentos más representativo de la ciudad. Su torre de la  se eleva por encima del resto de edificios de la ciudad y desde hace unos años es posible subir hasta el último tramo. La catedral, primer templo cristiano, alberga un amplio patrimonio artístico, que resume el pasado de la ciudad. Entre sus joyas se encuentran importantes pinturas y valiosas piezas de orfebrería. Además es posible contemplar la Custodia, que sale en procesión con motivo del Corpus.

2. Mezquita del Cristo de la Luz

Situada en pleno casco histórico, el recorrido hasta llegar a ella bien merece la pena por sus calles estrellas y llenas de encanto. El edificio original es de planta casi cuadrada de época califal. Su estado de conservación es prácticamente íntegro. Es la muestra de arte islámico más importante de Toledo. Se levantó en el año 999 por el arquitecto Musa ibn Alí, según reza una inscripción en caracteres cúficos en la fachada principal.En el siglo XII se le añadió una cabecera románico-mudéjar, formada por un ábside semicircular y presbiterio recto, y decorada interiormente con frescos románicos, para adaptarla al culto cristiano.

3. Alcázar de Toledo

Es uno de los símbolos de la ciudad que puede contemplarse desde cualquier punto. Cuenta con cuatro torres, en una de ellas está ubicada la biblioteca regional. Además alberga el Museo del Ejército, que se trasladó desde Madrid.

Su nombre se debe a uno de esos dominadores: los árabes, que fueron los que lo llamaron Al Qasar, que significa «fortaleza», nombre acortado del que era habitual: Al-Quasaba, cuyo significado era el lugar de la verdadera residencia principesca.

4. El Entierro del Conde de Orgaz

Una de las obras más conocidas y mundialmente conocida de El Greco.

El cuadro recoge una tradición y leyenda toledana que dicen los antiguos y sabios que ocurrió en esta iglesia.

Don Gonzalo Ruiz de Toledo, señor de Orgaz, fue un hombre muy bueno, cariñoso y caritativo con los pobres. Cuando murió y fueron a enterrarlo en el interior de la iglesia, dicen que de pronto aparecieron en la iglesia San Esteban y San Agustín, santos a quién este señor noble había tenido mucha devoción. Con sus propias manos, los santos lo depositaron en la sepultura.

5. Sinagoga de Santa María La Blanca

En pleno barrio de la Judería, Santa María la Blanca fue construída en 1180 como sinagoga y funcionó durante 211 años, fue expropiada y transformada en iglesia en 1391. En la actualidad el edificio pertenece a la Iglesia católica, pero no se realiza culto en él. Está abierto al público y funciona como museo y centro de actividades culturales.