Restaurantes con encanto en las calles de Toledo

Después de muchas horas de turismo, de visitas, de paseos, mapas y planos, ha llegado la hora de reponer fuerzas y dedicarle la importancia que se merece al turismo gastronómico en una ciudad como Toledo.

La ciudad imperial es un templo del buen comer. Sus callejuelas están plagadas de bares, tabernas, mesones y restaurantes dosde saborear la tradicional cocina castellano-manchega, eso sí, con toques modernos e innovadores, es decir, con sabores de siempre pero ligeramente adaptados al siglo XXI.

Les vamos a guiar en este artículo por algunos de los restaurantes con encanto en las calles de Toledo. Nuestro periplo puede comenzar por Locum, un local situado en el número 6 de la calle del mismo nombre, que ofrece algunas de las delicatessen típicas de la zona, como asados, sopas y platos de la huerta toledana. Algunas de sus especialidades son las judías con perdiz, el cabrito, la caldereta de cordero, el conejo al ajillo, la liebre con arroz, etc.

Si además de darle gusto al paladar quieren disfrutar de unas maravillosas vistas de la ciudad, una de las mejores atalayas se encuentra en el Restaurante La Ermita, situado en la Ermita de Nuestra Señora del Valle, en la Carretera de Circunvalación, sin número. Allí se quedarán boquiabiertos, no sólo con las viandas, sino también con la imagen de la ciudad, sobre todo si acuden a cenar al atardecer. Sus platos más solicitados son las carcamusas, la perdiz a la toledana, el codero lechal, la hamburguesa de jabalí, el pisto manchego, las migas pastoras, las gachas, los duelos y quebrantos y la típica sopa de ajo.

Si están hartos de carne, asados y demás y apuestan por una dieta más sana, el mejor restaurante vegetariano de la capital toledana es el Madre Tierra. Emplazado en la Bajada de la Tripería, 2, oferta exquisitas pisto manchego, sopas de ajo, potes, potajes, sopa de almendras y sopa de mazapán.